Biodiversidad

La Reserva Natural Arrecifes La Cordillera sostiene una gran variedad de organismos que habitan en los distintos ecosistemas marinos que componen dicha Reserva como los arrecifes de coral y las praderas de hierbas marinas.

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En los arrecifes coralinos de La Cordillera encontramos un total de 83 especies de peces representados en 33 familias, de las cuales el 50% son de importancia comercial, tales como pomacéntridos, peje puercos, meros, pargos, mariposas, jureles, cotorros, lábridos, plumas, barracudas y cirujanos.

Los Arrecifes La Cordillera son muy importantes porque son altamente biodiversos, por su alta cobertura de coral y por su gran extensión. En el área de La Cordillera podemos encontrar tres tipos de arrecife: el arrecife rocoso, el de borde y el de parche. El arrecife rocoso es una plataforma de eolianita o arena cementada cubierta por corales. El arrecife de borde crece adyacente a la costa y está dividido por una estrecha laguna. El arrecife de parche es una colonia de coral usualmente encerrada por un fondo arenoso. Corales blandos como Gorgonia sp., Pseudoterogorgia sp., Plexaura sp. y zoántidos como Palythoa caribaeorum son algunos de los que podemos observar en la Reserva. También son encontrados corales duros sumamente importantes en la formación de la estructura arrecifal como el complejo de corales del género Montastraea, Diploria sp., Acropora sp., Colpophyllia sp. y Porites sp., entre otros. Además encontramos crustáceos y moluscos de alta importancia comercial como la langosta espinosa Panulirus argus y el carrucho Strombus gigas, respectivamente. También encontramos otros invertebrados que sirven como especies claves en el arrecife o “keystone species”, ya que son responsables de procesos importantes como por ejemplo, la herbivoría en el arrecife y de “limpiar” el sustrato para que nuevos reclutas de corales puedan asentarse, desarrollarse y crecer, tales como el erizo negro Diadema antillarum.

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Las praderas de hierbas marinas las observamos en el lado donde azota el viento o barlovento de Cayo Icacos. Dichas praderas se componen mayormente de la yerba de tortuga (Thalassia testudinum) y la yerba del manatí (Syringodium filiforme). Ambas especies pueden crecer juntas. En las partes más profundas domina Syringodium, mientras que la Thalassia puede crecer en aguas de hasta un pie o menos. Usualmente a las praderas de hierbas marinas también se le conoce como praderas de Thalassia, ya que este tipo de praderas es la más abundante y común en Puerto Rico. En las praderas de hierbas marinas usualmente encontramos erizos blancos y verdes como Tripneustes ventricosus y Lytechinus variegatus, respectivamente. También podemos observar la estrella cojín, Oreaster reticulatus, una estrella de mar común en nuestras costas, que se encarga de alimentarse de materia orgánica y microorganismos en el sustrato y ramonear (pastar) algas, siendo otrakeystone speciesen las praderas de hierbas marinas.

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